Cómo obtener semillas de cebolla

En Huerto es vida usamos un procedimiento muy sencillo que os va a permitir tener vuestra propia semilla de cebolla año tras año. Lo haremos cuando la semilla ya está granada y en optimas condiciones para poderla coger.

Tenemos una línea de cebolla que ya ha espigado y ha dado la flor, que como hemos visto, además, es muy bonita, y que ya está lista para recoger. Es importante buscar el momento adecuado, ya que si la dejamos demasiado, la semilla ha granado, se ha abierto y se nos cae al suelo.

En el caso de la cebolla, hay que buscar ese momento cuando vemos que la semilla ya está totalmente formada, que tiene todo su poder de germinación, pero la planta está aún un pelín verde. En ese momento ya la podemos coger.

Seleccionamos las flores que vemos que ya podemos coger, y las pondremos en un recipiente y las dejamos 3 ó 4 días al sol. Iremos cogiendo según vayan estando preparadas, ya que no estarán listas todas a la vez. Van viniendo según haya ido madurando cada planta.

Al cogerlas, vemos que las semillas negras ya están formadas, y que algunas de las flores, si las agitamos dejan caer la semilla, con lo que debemos cogerlas ya, porque si no se caerán todas al suelo. Si al coger la flor vemos que está demasiado verde, podemos coger el grano y apretarlo, y si vemos que está lechoso aún, quiere decir que el grano no está formado del todo y esa no nos valdría. Cuando está formado del todo, el grano tien un poder de germinación de más de un 90%.

En cambio si vemos que al coger la flor, apretamos para sacar los granos, y están secos y formados pero aún les cuesta despegarse de la carcasa, son las que dejaremos terminar de secar al sol. Algunas, ya se les ve el grano y están a punto de caer ya. Cuando están maduros del todo prácticamente caen solos. Así vamos seleccionando las que vemos en su punto y guardándolas en una cajita.

Como es verano y hace mucho calor, hemos aprovechado la estructura de sombreo de los tomates para trabajar y hacer el video de este post. No se nos ocurre un lugar mejor, a la sombra, con la brisa y rodeados de las tomateras que proporcionan un aroma único.

Tenemos una caja con las flores que acabamos de cortar, donde se ve que aún están un poquito verdes, y en otra las que cortamos hace 3 ó 4 días, donde se aprecia que ya están completamente secas, que son las que vamos a trabajar.

Están tan secas que sólo golpeándolas un poquito con el dedo, las semillas caen prácticamente solas, así que vamos golpeando las flores sobre una caja para ir depositando las semillas en ella. Lo hacemos con todas las flores que hemos cortado, y pronto vemos que de pocas flores, ya obtenemos una buena cantidad de semillas.

Como segundo paso vamos a apurar las semillas que pueden quedar en la flor y a la vez vamos a seleccionar de las semillas que vamos sacando las que veamos que pueden tener mejor germinación.

Para ello cogemos un recipiente con agua y echamos en él, primero, las semillas que ya tenemos. Inmediatamente vemos que la cascarilla y la semilla que no vale se queda flotando y la semilla buena se va al fondo. Entonces, de las flores que tenemos, en las que aún queda bastante semilla, con las manos, las frotamos encima del recipiente. El sonido a seco característico nos indica que la semilla está en su punto. Caerá en el recipiente la semilla y toda la cascarilla seca, que quedará flotando.

Al acabar con todas las flores, debemos separar toda la cascarilla y las semillas que no valen, que están flotando de las del fondo que son las que si valen. Con ayuda de un colador chiquitito, vamos retirando de la superficie todo lo que flota y eso lo tiramos, y cuando hemos quitado casi todo, para terminar de quitar lo que flota, podemos ir echando el agua con cuidado en un balde. Si echamos de nuevo agua y repetimos la operación, y ayudándonos con el colador podemos ir filtrando la suciedad hasta que quede sólo la semilla limpia.

Para finalizar, como la semilla nos queda con un poco de agua, la ponemos un ratito al sol, y la removemos un par de veces, hasta que esté seca de nuevo. 

Obtenemos semilla limpia y con alto poder de germinación porque la hemos seleccionado.